Nuestro centro sigue a pleno rendimiento, el huerto da unos calabacines hermosos y lechugas y berzas, aunque las nieblas no les vinen nada bien. Por otro lado nuestros muros y capilla avanzan gracias a la colaboraciòn de varios voluntarios que trabajan sin descanso. La adecuación del Banco de Alimentos también marcha a buen ritmo. Muchas gracias a todos los que haceis posible que nuestro centro esté vivo todo el año.